Recordando a David Hekili Kenui Bell: El Corazón del Aloha en Hollywood
David Hekili Kenui Bell fue mucho más que un actor: fue la encarnación viva del aloha. Con una sonrisa cálida, un carácter gentil y una presencia hawaiana inconfundible, Bell dejó una huella profunda en quienes lo conocieron y en las audiencias que tuvieron el privilegio de verlo en pantalla. Falleció el 15 de junio de 2025, apenas semanas después de aparecer en la nueva versión live-action de Lilo & Stitch, a los 46 o 57 años (su año de nacimiento es inconsistente según distintas fuentes). Su muerte repentina dejó a fans, colegas y a su comunidad lamentando la partida de un hombre cuya carrera en el cine apenas comenzaba a despegar.
Raíces humildes, presencia poderosa
Bell nació y creció en Hawái, un estado cuya cultura de ohana (familia) y kuleana (responsabilidad) moldeó su visión del mundo y, más tarde, su trabajo como artista. Aunque no se conocen muchos detalles sobre sus primeros años, su hermana, Jalene Kanani Bell, lo describió como un hombre amable, inteligente y generoso. Conocido como un “gigante gentil”, Bell se conducía con una tranquilidad que inspiraba confianza y se enfocaba en elevar a los demás antes que en buscar protagonismo.
Antes de actuar, Bell trabajó en su comunidad y como locutor. Fue la voz del sistema de altavoces del Aeropuerto Internacional de Kona, donde su tono grave y cálido daba la bienvenida a miles de viajeros cada día. Muchos escuchaban su voz sin conocer el rostro detrás de ella, lo que, en retrospectiva, resulta poético: Bell siempre estaba ahí para guiar, conectar y recibir —aunque no supieras su nombre.
De las islas a la pantalla
La carrera de Bell en la actuación comenzó tarde, pero en poco tiempo dejó una huella considerable.
Apareció en series de televisión como Hawaii Five-0 (donde interpretó a Isaac en 2014) y Magnum P.I. (como Manu Saluni entre 2018 y 2019). Estas apariciones le permitieron representar al pueblo hawaiano en el horario estelar de la televisión estadounidense —no como simple escenografía, sino como personas reales, con raíces profundas en su cultura.
Pero su papel más importante llegó en 2025, cuando fue seleccionado para participar en el remake live-action de Lilo & Stitch de Disney. Interpretó al “Gran Tipo Hawaiano”, conocido por una escena cómica con helado (o raspado, según la versión). Aunque su tiempo en pantalla fue breve, su presencia fue inolvidable. Bell aportó autenticidad, calidez y humor a una película que rinde homenaje a la cultura hawaiana.
Según su hermana, Bell estaba emocionado de formar parte del proyecto. Asistió con orgullo al estreno en Kapolei, Hawái, rodeado de amigos y familiares, semanas antes de su fallecimiento. Fue un momento de celebración, alegría y reconocimiento que, trágicamente, se convirtió en uno de sus últimos recuerdos públicos.
Una comunidad en duelo
La noticia de su muerte resonó fuertemente tanto en Hawái como en la comunidad artística. Amigos, actores y compañeros de reparto —incluidos jóvenes miembros del elenco de Lilo & Stitch— lo recordaron como “Tío David”, una figura querida, respetada y paternal.
Su hermana publicó un emotivo mensaje en Facebook:
“Mi dulce, generoso, talentoso, divertido, brillante y guapo hermanito... fuiste mi héroe. Encarnaste el aloha cada día de tu vida.”
Recordó cómo, apenas unas semanas antes, habían celebrado juntos el estreno de la película, radiantes de felicidad. Ese momento, de orgullo compartido, sería uno de los últimos.
Su representante también rindió homenaje, describiéndolo como “un príncipe de hombre” que “amaba sin condiciones y fue amado de la misma manera”. No era solo un actor, sino un pilar en su comunidad local: alguien que llevaba su herencia con dignidad y transmitía paz a quienes lo rodeaban, ya fueran familia, compañeros o desconocidos en un aeropuerto.
Legado y últimos días
La causa exacta de su muerte aún no ha sido divulgada, aunque las autoridades hawaianas han confirmado que se está llevando a cabo una investigación. No se sospecha de ningún acto criminal. Sea cual sea el motivo, el impacto emocional ha sido claro: esta pérdida llegó demasiado pronto.
Bell había sido fichado recientemente para participar en una nueva película de acción, The Wrecking Crew, junto a actores como Jason Momoa y Morena Baccarin. Este proyecto marcaba su entrada a una producción de mayor escala, y muchos creen que podría haber sido su despegue definitivo en Hollywood. Hoy, esa oportunidad se percibe como una posibilidad truncada.
Aun así, el legado de Bell no se define por la cantidad de líneas que dijo en pantalla, ni por cuántos créditos acumuló. Su legado está en la calidad de su presencia. En una industria que con frecuencia ha sido criticada por apropiarse de la cultura hawaiana sin honrar a su gente, Bell fue auténtico: un hijo de las islas que trajo dignidad y verdad a la pantalla.
Un último aloha
La vida de David Hekili Kenui Bell nos recuerda que el legado no siempre se mide en fama ni fortuna. A veces, está en una voz que te da la bienvenida en un aeropuerto. A veces, en un momento de ternura o humor en una película. Y a veces, está simplemente en cómo alguien te hace sentir: seguro, visto, querido.
Mientras Lilo & Stitch continúa en cartelera, los fans ahora regresan a la película con una nueva sensibilidad —conscientes de que detrás de ese momento encantador hay un hombre real, cuya pérdida deja un vacío muy profundo.
Puede que ya no esté físicamente, pero su espíritu —ese aloha genuino— sigue vivo.
Descansa en paz, David.